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Con el lanzamiento de las líneas de créditos hipotecarios de los bancos, la industria inmobiliaria está viviendo una auténtica revolución. Y los créditos UVA son los principales responsables del repunte del mercado. Te contamos acá cuáles son los aspectos positivos y lo que tenés que tener claro de estas hipotecas.
Los créditos UVA son los grandes protagonistas del mundo inmobiliario y de la construcción durante 2017, ya que son los responsables de haber impulsado la venta de departamentos y casas. Según el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, de los 36.586 actos de compraventa realizados entre enero y agosto de 2017, poco más del 22% (8.153 operaciones) se realizaron con crédito hipotecario.
Si bien los bancos públicos y privados reciben diariamente consultas acerca de los requerimientos para obtener este tipo de créditos, es importante repasar qué caracteriza a los créditos UVA, cuáles son sus ventajas y desventajas tanto en el corto, mediano y largo plazo.
El principal atractivo de los créditos UVA (Unidad de valor adquisitivo) radica en que el valor de la cuota se ha tornado básicamente en un monto accesible para los individuos de ingresos medios, que son quienes habían quedado notoriamente relegados del acceso al crédito considerando los sueldos promedios de Argentina. El valor de la misma resulta similar al alquiler que se estaría pagando, por lo tanto no requiere un esfuerzo adicional de la familia.
Para ejemplificar, por cada millón de pesos, la cuota inicial ronda entre los $ 4.500 y los $ 7.500 según el banco en tanto que un crédito con tasa fija implica un desembolso de entre $12.000 y $ 19.000. La diferencia entre ambos créditos también se manifiesta en la tasa de interés: entre 4.9% y 7% para los créditos UVA y entre 14% y 21% para los de tasa fija.
Es importante también destacar otro factor de peso ventajoso como es el estiramiento en los plazos de los créditos a 20 y 30 años, circunstancia que reduce el público objetivo a un rango etario más joven dado que a los 65 años debe tener cancelado el préstamo.
Y, adicionalmente, ese público también se ve restringido por la condición laboral ya que los bancos apuntan a ofrecer los créditos a través de las cuentas sueldo tomando así el universo de los empleados en relación de dependencia. Por el momento quedan relegados los autónomos y monotributistas.
Riesgos a tener en cuenta
Más que mencionar desventajas, se podría señalar la existencia de los riesgos vinculados a este tipo de créditos propiamente dicho y entre ellos, el que concentra la mayor atención y seguimiento es la evolución de la tasa de inflación dado que la UVA, unidad en la que se expresa la cuota y los intereses del préstamo, es un coeficiente que se indexa acorde con la misma.
Si bien el alza anual de los precios se mantiene hoy en dos dígitos, los datos de los últimos meses están registrando una desaceleración en el ritmo de crecimiento de los precios. El significativo impulso que han tomado los préstamos UVA (en agosto 83% de los hipotecarios otorgados a las personas físicas, 50% en mayo) como fuente de financiamiento del acceso a la vivienda propia denota que el público comenzó a apostar a la estabilidad de precios en el corto plazo y al mismo tiempo, las expectativas están tornándose favorables respecto de la evolución de la economía. En la medida que se consolide la confianza tanto en lo económico como institucional, la expansión de los créditos podría ser exponencial.
Otros aspectos a considerar a la hora de evaluar la conveniencia de tomar un crédito (y válido para todo tipo de producto bancario) se vinculan con la marcha de la economía en sí en términos de nivel de actividad dado que ella está asociada al nivel de empleo y la estabilidad del mismo, constituyéndose en un factor crucial de la decisión ya que el ingreso mensual es el principal determinante para poder cumplir con los compromisos asumidos. Por ello, estabilidad de precios y crecimiento económico van de la mano con el crédito.
Asimismo, en un contexto que tiende a normalizar el comportamiento de las principales variables macroeconómicas la tasa de interés no estaría registrando aumentos sino por el contrario, en el mediano plazo irían hacia la baja.
Fuente: Ideas Mercado Libre